Falsas apariencias o como dar gato por liebre
Valoración:2/5
Puntos Fuertes: Ubicación/Ambientación
Puntos Débiles: Servicio/Carta Aburrida y Repetitiva/Cocina sin alma
Restaurant La cuineta i el fornet
Me encontraba trabajando por la zona de Reus y decidí acercarme a este restaurante después de haber leído buenas referencias/críticas en internet, también había unas pocas opiniones negativas y debí hacer más caso de éstas últimas.
Cabe decir que la mayoría de las críticas positivas hablan maravillas de los calçots y cargols que preparan en este restaurante, en la mayoría de casos son comidas/cenas en fin de semana y yo probé solamente el menñu de mediodía. Quizá más adelante decida darle una segunda oportunidad a este lugar, pero la primera experiencia resultó en general bastante nefasta.
El envoltorio resulta perfecto, pero el contenido es muy pobre. Casa de 1870 perfectamente reformada, decoración rústica con mucho gusto y nada tópica, 3 plantas con unos salones en la parte superior muy bonitos y elegantes. El comedor de la parte inferior está demasiado aprovechado en función de sus reducidas dimensiones, algunas mesas están metidas con calzador y rompen la estética del salón. Buen servicio de mantelería/cubertería y trato del servicio que deja mucho que desear.
El restaurante está regentado por un matrimonio de mediana edad y supongo que a mí me atendió la mujer, a última hora pude conocer a su marido y demostró ser bastante más amable y profesional. Sólo entrar, dicha mujer ya reflejaba una imagen de que está en este negocio lo mismo que podría estar trabajando en una tintorería, trato muy poco profesional y sin ningún tipo de amabilidad. Para empezar le pido una botella de agua y me la sirve ya abierta sin esperar a abrirla delante mío, por suerte alcancé a ver cómo era una botella precintada y la abría en la zona de la barra. No alcanzo a entender los comentarios en internet que hablan de trato muy amable y personalizado, eso que estaba yo sólo en el restaurante.
En cuanto al menú de mediodía, el precio es barato (12 eur), pero cuando ya se trata de un menú con más de 40 platos no da muy buena espina (platos recalentados o precocinados). La oferta del menú todo con platos básicos sin ningún atractivo, lo mismo de siempre y encima mal cocinado. La carta tampoco apuntaba nada especial.
De primero pedí REVUELTO CON VERDURITAS VARIAS, correcto sin más, tampoco se matan en la presentación de los platos:
De segundo PIMIENTOS DEL PIQUILLO RELLENOS DE BRANDADA DE BACALAO Y GAMBA. Un desastre total, insulsos y con un relleno infumable que no era ni reconocible. Encima acompañados por una especie de caldo que debía ser una salsa de tomate que daba mucha grima.
Para finalizar una TARTA DE QUESO que desde luego no era casera y sí mas bien comprada en el MERCADONA.
Un restaurante que se define como CASA DE COMIDAS y hacer de la cocina tradicional su buque insignia no puede ofrecer una cocina de tan poca calidad aunque se trata de un menú de mediodía. Sólo se salva el local y su acertada ambientación.
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